viernes, 1 de enero de 2016

Los gremios en España

Los gremios fueron asociaciones profesionales nacidas en la Edad Media que incluían a todas las personas que trabajaban en una determinada localidad y en un mismo oficio. Al parecer, su origen se relaciona con el de las cofradías, aunque los gremios tenían como principal objetivo defender de la competencia a sus miembros. Los gremios vigilaban la adquisición y distribución de las materias primas, la calidad de los productos elaborados, establecían los precios y regulaban las condiciones del trabajo, como los salarios, la jornada, etc… Por fin, los gremios cumplían funciones sociales de asistencia a sus miembros en caso de enfermedad, accidente o fallecimiento, así como otras funciones de signo espiritual. Todas estas competencias estaban recogidas en unas ordenanzas. El cumplimiento de las ordenanzas se articulaba a través de jurados o veedores, elegidos en el seno del gremio.

Dentro del gremio se establecieron tres niveles o categorías profesionales: aprendices, oficiales y maestros. El aprendiz pasaba unos años preparándose para poder ser oficial. El aprendiz entraba a corta edad y solía hacerlo a través de un contrato del padre del muchacho con el maestro o dueño del taller. Además de aprender podía atender a funciones domésticas. El oficial era el trabajador en sí del taller. El paso de oficial a maestro era más complejo, ya que era necesario superar un examen donde debía realizar una “obra maestra”. Tenemos que tener en cuenta que un oficial que se convertía en maestro tenía derecho a abrir su propio taller o tienda por lo que las pruebas no era fáciles y, sobre todo, muy espaciadas en el tiempo. Por otro lado, la condición de maestro se hizo hereditaria, generando verdaderas oligarquías gremiales.

En la España medieval los gremios nacieron en el siglo XIII, desarrollándose plenamente en el siglo siguiente, especialmente en Cataluña. Frente a esta situación de desarrollo en la Corona de Aragón, en Castilla tardaron en consolidarse, ya que existieron cofradías de artesanos pero no gremios en sentido estricto hasta el reinado de los Reyes Católicos.

En el siglo XVI se puede ya detectar que el sistema gremial era incapaz de abastecer el mercado interior. El declive de los gremios, especialmente de los pequeños, fue muy lento pero inexorable en los dos siglos siguientes. En el siglo XVIII se creó la organización de los Cinco Gremios Mayores (1733) en Madrid, reuniendo a los sectores artesanales más importantes: lencería, paños, mercería, joyería, seda, especiería y droguería. Parte de la Ilustración fue muy crítica con los gremios porque dificultaban la libre competencia y se tendió a dar disposiciones que minaban su poder. La Revolución Liberal terminó con los gremios. La primera abolición se dio en las Cortes de Cádiz, en conexión con el espíritu de la legislación liberal en lo económico y en las relaciones laborales, contraria a toda regulación. El Trienio Liberal también estaría en contra de los gremios, pero la abolición definitiva del monopolio gremial no llegaría hasta la época de las Regencias en el reinado de Isabel II, destacando los decretos de 1834 y 1836. La abolición trajo consigo importantes consecuencias no sólo económicas, sino también sociales ya que el sistema de asistencia de los gremios desapareció con ellos, quedando muchos trabajadores sin la cobertura que sus antiguos gremios les ofrecían.

Eduardo Montagut

http://losojosdehipatia.com.es/cultura/historia/los-gremios-en-espana/

1 comentario:

  1. Excelente artículo. En mi tesis abordé el tema de un gremio patronal, un tanto sui generis, donde los integrantes del gremio eran los dueños de los obrajes: manufacturas dedicadas a la confección de telas y paños de lana y algodón en Querétaro, segunda mitad del siglo XVIII...

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